1. Crear un espacio de conocimiento compartido, generado por los propios alumnos.
2. Diseñar situaciones de enseñanza-aprendizaje que partan de su propia experiencia.
3. Generar un espacio donde cada alumno, individualmente o por parejas, pueda aplicar aquello que está aprendiendo.
4. Facilitar distintos itinerarios de aprendizaje que permitan la atención a la diversidad dentro de cada grupo.