18.7.13

En pie de paz

Un nuevo día para empezar de nuevo

 para cantar, para reír, para volver a ser feliz



 Si una noche de luna te sientes intranquilo
y reptas por las calles igual que un cocodrilo
en busca de otro cuerpo con el que convivir,
si te lleva a su casa, si te invita a dormir,
cuidado camarada, puede haber un misil bajo la almohada.

Si no encuentras a nadie en toda la ciudad
y buscas un remedio para tu soledad
Si salvas con alcohol las horas más oscuras
de estos malos momentos, quizá mientras procuras
salir de la tristeza, flotando está un misil en tu cerveza.

Si vences la resaca y logras despertarte
y llevas las ojeras por único estandarte,
si la voz amaestrada del tiempo o la rutina
te dice que hoy debieras volver a la oficina
sombrío, cabizbajo, te esperará un misil en tu trabajo.

Misiles por la cárcel, misil de las barriadas,
misiles en palacio y entre las barricadas
apuntan los relojes con minutos serviles
que marcan el horario feroz de los misiles
o mucho más sencillo: puede haber un misil en tu bolsillo.

Porque a veces el aire es pólvora, los sueños
se convierten en turbia pesadilla, las balas
aprenden de memoria su destino y el cuerpo
a su destino acude, en busca de la bala.

En pie de paz yo vuelvo, regreso a las palabras
a vosotras antiguas camaradas del mundo.

Luis García Montero. Lorena. Juan Luis Pineda

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