Es verdad, estudié en la Escuela Pública.
Tengo que admitir que mis primeros años, hasta los 9 concretamente, estudié en un colegio privado y, tengo unos recuerdos terribles, las "monjitas" nos pegaban con un palo, con el dedal... y eso que yo era una buena alumna; muchas veces me he preguntado qué le harían a los que no lo eran tanto.
Recuerdo haber fregado -empapado más bien - aquellos inmensos pasillos , con otra compañera tan "mayor" como yo.
Recuerdo haber fregado los baños al mediodía, mientras otros niños jugaban en el patio.
Nunca se me olvidarán los trozos de tocino que nos daban en el comedor, y que escondíamos en los bolsos del babi, ni los jamones que guardaban en la llamada "sala de la virgen" y que no probamos nunca.
Claro que la situación ha cambiado.
Pero también recuerdo que para mí entrar en un Instituto Público fue como respirar aire puro.
Se nos permitía hablar, se nos trataba con respeto.
Disfrutábamos a la vez que aprendíamos.
Estudié en la Escuela Pública y la defiendo porque es de Todos, porque atiende a Todos y se preocupa por Todos.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario